Hace unos días acudimos a una nueva cata maridada en Milana Beerhouse.
Como siempre tras tomar algo de barril, disfrutamos de 4 cervezas, en esta ocasión de Espiga acompañadas por otras tantas tapas.
Un poco de historia... Cervezas Espiga inicio su proyecto en 2012 tras experiencias cerveceras por viajes europeos, empezando como nómadas hasta que abrieron su fabrica propia. La fabrica de cerveza ubicada en el Penedés produce 2100hl anuales para consumo en España y además de exportar a diversos países europeos.
Son cervezas en general que conjugan el lúpulo con la fruta creando recetas muy originales.
La cata.
Comenzamos con su Jhonny Crash, un clásico de la marca,, una neipa de 6% y 55 ibus. Muy bien presentada, no excesivamente turbia con aromas afrutados y tropicales, piña, maracuyá y notas sedosa y cremosas, el amargor es moderado y suave. Se acompaño de queso del Cerrato y membrillo.
En segundo lugar, apareció una Summer Crash, fruity sour de 4.5% y 5 ibus, una smoothie ácida con frambuesas y arándanos para amantes del estilo, ideal para la época estival que fue acompañada con patatas gajo con chipoptle.
Después volvimos a cambiar de tercio ,con una triple IPA llamada Looking for More, con citra y simcoe y un perfil más en la linea del melocotón, más suave de lo esperado lo que anticipa un mayor equilibrio y suavidad dentro de lo bruto de sus 9.5% y 60 ibus. Aspecto amarillento y un final seco. Las alitas de pollo con teriyaki y sesamo que la acompañaron fueron fabulosas.
Por último un postre en cerveza aunque suave, de estilo Porter de libro sin grandes estridencias,de 5% y 20 ibus que nos resultó muy plana con torrefactos pero muy suavita y se quedaba bastante corta al gran postre que fue un puding de café
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